Un cordial...

Aprovechando la época estival vamos a hacer una entrada más divertida.

Durante la época en la que estuve haciendo unas prácticas en una imprenta, una de las labores que había que hacer era enviar numerosos correos a los clientes con los cambios realizados en los proyectos y para pedirles el visto bueno para la versión definitiva. El asunto es que los correos siempre se despedían con la misma frase: "un cordial saludo", pero con las prisas una día estuve a punto de meterme en un pequeño lío al escapárseme una letra por otra. Afortunadamente me di cuenta antes de enviar el correo. Así las cosas, en vez de firmar el correo con un cordial saludo casi lo hago con "un cordial salido".

Los errores son tan grandes como las consecuencias que provocan.