La historia es la siguiente: el estudio ladyssenyadora recibió un pago en especie consistente en 150 botellas de vino desprovistas de etiqueta. Así que la gente de ladysseyadora, como buenos diseñadores, se propusieron poner guapas a las bolletas, llegando a la genial idea de "imprimir el vino con vino". ¿Qué quiere decir esto? Pues "sencillamente" convertir el vino en tinta a través de un proceso de evaporación (con alguna que otra dificultad para lograr la receta exacta).
Para resumir todo este proceso realizaron este vídeo. Así mismo, para el que desee conocer toda la historia, os dejo el enlace de la entrada original.
¡Salud!